Animales de costumbres
Las cosas que hacen los animales, revisar más de cincuentas medios de comunicación, la playa como motivación, el masaje cerebral de Jane Austen y eso que hace Tania Alonso
«Le va a hacer bien a las plantas
dijo mi madre aquella tarde fría
sacudiéndose las manos
después de enterrar al gato.
Gato nuestro que echó raíces
y a principios del verano
dio flores que ronronearon
entre mis piernas.
Todavía se refriegan
por la tierra
del jardín que cultivo»
Animales de costumbres de Andrea López Kosak
Planeta Mauna Loa es una newsletter creada por Tania Alonso y Juan Fernández en la que recogen un repaso de la actualidad medioambiental para todo aquel que quiera estar bien informado sobre lo que pasa en el planeta sin dedicarle demasiado tiempo a rebuscar información en diferentes medios.
Encontrarán cacatúas de Sidney que han aprendido a accionar las fuentes de agua, estorninos soberbios que establecen lazos para colaborar en la crianza de los polluelos, una leona marina capaz de seguir el ritmo, osos pandas obsesionados con el bambú y todo eso que hacen los animales.
Eso que hace Tania Alonso Cascallana
Me licencié en Periodismo y en Historia y Ciencias de la Música, pero la crisis hizo que probase varios trabajos y diese vueltas por el mundo antes de volver finalmente (y felizmente) al periodismo.
Hoy trabajo como periodista freelance especializada en medioambiente y coedito junto a Juan Fernández la newsletter Planeta Mauna Loa. También colaboro con medios como Climática, con proyectos como Carro de Combate y con agencias como Prodigioso Volcán, para los que escribo contenido periodístico ligado al medioambiente y a la sostenibilidad.
¿A qué hora suena el despertador (si es que suena)? ¿Qué es lo primero en lo que piensas? ¿Qué desayunas?
El despertador suena cada día y sin excepción a las siete de la mañana, pero eso no quiere decir que yo me levante. De hecho, la mayoría de las veces ni siquiera llego a enterarme: me cuesta muchísimo despertarme, por lo que suelo esperar a que suene la segunda ronda, a las ocho. Ahí sí que, salvo excusas (todas ellas muy válidas), me levanto y doy por iniciado mi día.
Mi primer pensamiento suele estar destinado a valorar qué tal he dormido, mi nivel de cansancio y mi capacidad para mover uno a uno mis músculos y salir de la cama (no me juzguéis, de verdad que me cuesta mucho despertarme). Una vez estoy de pie, y si no tengo ninguna tarea que me tenga nerviosa y me haga espabilar de repente, suelo moverme como un zombi por el piso, haciendo las tareas habituales de la mañana de una persona cualquiera: ducharme, vestirme y desayunar.
Me encantaría decir otra cosa, pero en mi primera hora de vida diaria todo es caos. Algunas mañanas desayuno primero, otras voy a ducharme y, a veces, preparo el desayuno, me olvido de que lo he hecho y me voy a duchar. Este desayuno que a veces se queda abandonado en la cocina varía de un día para otro, pero suele incluir leche, fruta y algo salado. No debo tomar nada que tenga cafeína (llevo sin probar el café desde 2020, quizá esto explica todo lo anterior).
Eso sí, si hay una constante en todas mis mañanas, es escuchar qué tienen que contarme José Luis Sastre y Angels Barceló en el Hoy por hoy.
¿Cómo se desarrolla un día normal en tu vida?
Trabajo como periodista freelance y lo hago en casa, lo que evita añadir el decidir qué ponerme a mi caos mañanero. A veces doy un breve paseo antes de trabajar y otras doy prioridad absoluta a sentarme en mi escritorio lo antes posible. Por suerte, más o menos una hora después de despertarme hay un momento en el que mi cerebro hace “clic”, abandono el caos y el sueño sin necesidad de tomar cafeína y empiezo a vivir como una persona funcional.
Trabajando saco mi lado más germánico: soy organizada, me pongo tareas y registro todo en agendas, libretas, excels y otros documentos. Todo ello con el objetivo principal de ser lo más eficiente posible y terminar pronto. No entiendo a la gente que dice que al trabajar en casa pierde el tiempo: para mí, esta vida freelance consiste en estar todo el día en chándal y en intentar cerrar el ordenador lo antes posible.
Mi trabajo diario consiste en leer sobre los temas de los que tengo que escribir, buscar fuentes especializadas, entrevistarlas y después redactar los reportajes que envío a mis clientes. Los miércoles preparamos la newsletter Planeta Mauna Loa, y esos días me levanto más motivada (¡incluso a las siete!) y con ganas de ver qué nos depara la actualidad medioambiental.
Para escribir Planeta Mauna Loa trabajo mano a mano con Juan. Aquí tengo que añadir que él es la persona encargada de apagar el despertador de las siete. Cuando yo me levanto a las ocho, normalmente ha hecho deporte en casa o ha salido a correr varios kilómetros, ha desayunado (siempre lo mismo: café y yogur con avena, fruta y frutos secos), ha leído un par de newsletters de actualidad y ya está preparado para trabajar. A él, lo de la optimización del tiempo y el lado germánico le vienen más de serie.
Para escribir Planeta Mauna Loa, revisamos lo que han publicado más de 50 medios de comunicación y organismos sobre medioambiente en los siete días previos y seleccionamos aquello que nos parece más importante y curioso. A continuación, redactamos la newsletter buscando siempre dar forma a un texto entretenido y ágil, pero también riguroso e informativo. El mejor momento suele ser al final de la jornada, cuando buscamos un titular que, sobre todo, tiene que encantarnos.
Al terminar de trabajar hago deporte, paseo, voy a tomar algo o a visitar a mi familia. Últimamente también dedico parte de mi tiempo a colaborar con Cromosomos X, una ONG que trabaja para acabar con los tabús de la regla y con la desigualdad que genera la menstruación. Y, si hace tiempo de playa, esta pasa a ser mi principal motivación.
Cómo, cuándo y dónde cenas.
Durante la semana cenamos pronto, en horario europeo, y en la cocina. Ahora mismo vivimos un piso muy chulo que tiene un balcón con vistas al mar, pero por algún extraño motivo solemos dirigirnos a los alrededores de la nevera como polillas a la luz. En verano (o cuando el buen tiempo llega a Galicia) sí aprovechamos más la terraza, pero me temo que, salvo por las vistas la ría desde el salón, esta parte del piso está desaprovechada.
Hace años tuve un problema de estómago importante y tuve que limitar mis cenas a una manzana. Ahora ceno más variado, pero por lo general cosas ligeras: crema de verduras, una tostada con aceite y queso o una ensalada, por ejemplo. Casi siempre lo acompaño de una manzana, ya no sé si por costumbre o por un trauma heredado de aquellos días de hambre y ganas de pizza. Por suerte, mi estómago ha mejorado mucho y los fines de semana sí puedo dedicarme a cosas que me hacen más feliz que “una manzanita”.
¿Qué haces antes de dormir? Si lees, ves series o pelis: ¿qué estás leyendo o has visto últimamente?
No veo la tele casi nunca (es decir, la tele por antena de toda la vida), porque al colocar los muebles en este piso tuve que decidir entre poner el sofá al lado de la clavija de la antena o en el lado del salón que tiene mejores vistas (no me hagáis decir cuál elegí). Pero de lunes a viernes solemos terminar el día viendo alguna peli o alguna serie en streaming; ahora mismo, estamos enganchadísimos a The Office. Como siempre me preguntan quién es mi favorito, confesaré por aquí que (después de Michael Scott) es Brian, intern boy.
Siempre leo hasta que me quedo dormida. Estos días necesitaba algo que me relajase y me diese un masaje cerebral antes de dormir, así que volví a leer Orgullo y prejuicio. La idea del “masaje cerebral” al leer a Jane Austen es de mi amiga Carmela y no puedo considerarla más acertada. Por qué me gusta tanto leer sobre bailes y comportamientos acertados o moralmente reprochables en el siglo XIX es una incógnita, pero así es. Mi siguiente lectura será Limónov, por recomendación de mi amiga Sara.
¿A qué hora cierras los ojos?
Diría que a las 23:30 o a medianoche como muy tarde suelo tener los ojos cerrados y normalmente no los abro hasta las siete ocho.
Qué elementos de tu casa hacen que te sientas como en casa.
Mis plantas y todos los recuerdos que guardo de viajes y de los lugares en donde he vivido. He vivido en 7 ciudades y en más de 10 pisos diferentes desde que me fui de casa para estudiar hace 20 años (uf) y siempre voy con todos estos recuerdos en mi macuto.

Si ahora mismo echas un vistazo a la galería de fotos de tu móvil, ¿qué tipo de fotos se repiten más?
Capturas de pantalla, sobre todo de libros y series, y fotos con mis amigos y mi familia.
¿Tienes búsquedas recurrentes en Google? Si son confesables, ¿cuáles son?
Nada inconfesable, pero me temo que si revisamos mi historial nos encontraremos con muchas búsquedas sobre la edad de los famosos. Por algún motivo, siempre necesito saber la edad de las personas.
Si pudieras elegir, ¿qué eliminarías de tu rutina? ¿Qué añadirías?
Me gustaría hacer más deporte por las mañanas, antes de empezar a trabajar, y salir a pasear en los descansos en lugar de ir a la cocina a ver qué encuentro.
Todo el contenido de Eso que haces seguirá siendo gratuito y estará disponible para todos pero si quieres apoyar la creación de la newsletter, aquí tienes un par de opciones:
PML x EQH la colabo que pedían los tiempos 🤍
Gracias, Noe, por hacerme un hueco en Eso que haces (la mejor newsletter ever) ❤️
Hoy me levanté a las 08:35, pero con una buena excusa (lunes).